Abstract:
La Sepsis Neonatal, se define como un síndrome clínico caracterizado
por la aparición de signos y síntomas de infección generalizada y respuesta
inflamatoria sistémica, pudiendo clasificarse en sepsis de inicio temprano y
sepsis de inicio tardío. La primera, se presenta en el transcurso de los 3
primeros días de vida, y se encuentra mayormente asociada a infecciones
intrauterinas e incluso transmisión vertical, se menciona agentes frecuentes
como Streptococcus agalactiae y Escherichia coli. La sepsis de inicio tardío se
desarrolla posterior a las 72 horas de vida, por agentes comunitarios o
intrahospitalarios y por factores propios del huésped que lo condicionan a una
exposición prolongada de permanencia hospitalaria, procedimientos invasivos,
entre otros (1).
La sepsis neonatal representa una de las principales causas de
morbilidad y mortalidad. La OMS reporta que, a nivel mundial murieron 2,4
millones de bebés durante el primer mes de vida en el año 2019, siendo una de
las causas más frecuentes las infecciones (2).
En Paraguay, analizando las características clínicas de mortalidad
neonatal, se han realizado investigaciones recientes dejando en evidencia que
la sepsis constituye la principal causa de óbito neonatal, seguida de afecciones
cardiacas y síndromes genéticos (3).